Interesante conversatorio sobre “misterios sin resolver”

Nuestro enigmático cerro Quiñe, solitario junto a la ribera sur del río Achibueno, constituye un Santuario en el conocimiento de la evolución de la vida en nuestra provincia y el Cosmos. Por esos ámbitos transitaron el Dr. José Retamal y el poeta Moisés Castillo, en el conversatorio sobre “Misterios sin resolver”; que se realizó en la Biblioteca Pública de Linares.

Excelente presentación con algunas diapositivas del sector, por parte del Dr. Retamal,  sirvieron de centro para una visión del tema que convoca a un numeroso grupo de personas en saber más de todo lo que se comenta, alrededor del  cerro Quiñe; del mismo modo, el poeta Castillo, con sus experiencias y visitas personales al sector precordillerano, matizaron una sesión de información e intercambio de opiniones, valiosas en  todo sentido, “no para creer sino para comprender” lo que allí sucede, en palabras del poeta y enamorado del tema.

“La saturación de petroglifos sobre la superficie de las rocas del cerro, da cuenta de la intercomunicación entre la vida material o encarnada en seres humanos, y la vida descarnada o espiritual de esos mismos seres”, es una de las afirmaciones que se dijo en el conversatorio, dando pie a un intercambio de opiniones de los asistentes, que estuvieron presentes.

“Sobre la llana cumbre del cerro Quiñe, se realizaban un sin fin de ceremonias y rituales que buscaban el contacto con las entidades espirituales de antepasados trascendidos, dentro de la cosmovisión y cultura libertaria del pueblo Mapuche”, otra de las afirmaciones que validaron -a los exponentes- con figuras de los petroglifos del lugar y algunos coloridos tejidos que los representaban.

El cerro Quiñe constituye un lugar sagrado, ya que ha sido y es, desde el comienzo de los tiempos, un importante portal magnético interdimensional. Las sociedades precolombinas progresaron mediante el contacto con entidades espirituales de otras dimensiones; es por ello, señaló el poeta Castillo, que “propongo proteger -con urgencia- el cerro Quiñe, no vaya a ser que a algún iluminado emprendedor se le ocurra convertirlo en ladrillos”.