Un personaje que se niega a morir. El vozarrón del vendedor Diego Contreras Hidalgo no pasa inadvertido.
Con su canastillo de mote mei en una mano y aferrado con la otra al farolito característico de su oficio, este sanantonino recorre de noche las calles de la comuna gritando "moté mei, pela'o el mei" con gracia y entonación.